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miércoles, 10 de octubre de 2012
INTRODUCCION
La
Farmacodinamia comprende el
estudio de los mecanismos de acción
de las drogas y de los efectos bioquímicos, fisiológicos o directamente farmacológicos que
desarrollan las drogas.
El mecanismo de acción de las drogas se analiza a
nivel molecular y la FARMACODINAMIA
comprende el estudio de como una molécula de una droga
o sus metabolitos
interactúan con otras moléculas
originando una respuesta (acción farmacológica).
En farmacodinamia es fundamental el concepto de
receptor farmacológico, estructura que ha sido plenamente identificada para
numerosas drogas. Sin embargo los receptores no son las únicas estructuras que
tienen que ver con el mecanismo de acción de las drogas. Los fármacos pueden
también actuar por otros mecanismos,
por ej. Interacciones
con enzimas, o
a través de sus propiedades
fisicoquímicas.
El receptor farmacológico:
La gran mayoría de los fármacos cumplen su
mecanismo de acción a través de la interacción con los receptores de fármacos.
Estas estructuras son moléculas, generalmente proteicas, que se
encuentran ubicadas en las
células y que son estructuralmente
específicas para un autacoide o una droga cuya estructura química sea similar
al mismo.
La molécula de la droga que luego de los procesos
de absorción y distribución llega al espacio intersticial tienen afinidad por
estas macromoléculas receptoras y
por ello se
unen formando un complejo
fármaco-receptor. Las uniones químicas de las drogas con el receptor son
generalmente lábiles y reversibles. Mediante la combinación química de la droga
con el receptor, este sufre
una transformación configuracional que ya sea por si misma o a
través de una inducción de reacciones posteriores con la intervención de los
llamados segundos mensajeros origina una respuesta funcional de la célula que
es en definitiva el efecto farmacológico. A través del mecanismo mencionado la
droga puede provocar efectos
tales como: la con tracción de un músculo liso o la
relajación del mismo, el aumento o la inhibición de la secreción de una
glándula, alteración de la permeabilidad de la membrana celular, apertura de un
canal iónico o bloqueo del mismo, variaciones del metabolismo celular,
activación de enzimas y proteínas
intracelulares, inhibición de las mismas, etc.
Ubicación
celular de los
receptores:
Los receptores pueden estar ubicados en la membrana celular o intracelularmente.
Los receptores pueden estar ubicados en la membrana celular o intracelularmente.
Los
receptores de membrana
son macromoléculas proteicas que
se ubican entre los fosfolípidos de la membrana
general mente sobresaliendo en el lado externo o interno de la misma.
Los receptores están además en estrecha relación con otros componentes
intracelulares como enzimas, adenilciclasa, por
ej., a la que
activan para generar un cambio funcional en la célula. También pueden estar en
contacto con canales iónicos los que como consecuencia de la interacción
droga-receptor se abren
produciendo la despolarización o hiperpolarización de la célula. A veces
la droga forma un complejo con proteínas bomba, como la bomba de sodio potasio
ATPasa, la que resulta inhibida como consecuencia de la interacción. Así actúan
los digitálicos y la bomba de Na -K -ATPasa sería el receptor farmacológico. Un
buen ejemplo de cómo
actúa un receptor
de membrana es el receptor beta
adrenérgico. La formación
del complejo agonista-receptor, con la intervención de la proteína G
reguladora de nucleótidos de guanina
produce la activación
de la enzima adenilciclasa y en consecuencia
incremento del AMPc intracelular. El AMPc es un segundo mensajero que se ha
originado a consecuencia de la interacción del agonista con el receptor. Una
vez formado el
AMPc actúa intracelularmente estimulando proteinkinasas
específicas dependientes del mismo.
Estas enzimas y otras proteínas ocasionan el cambio del
funcionalismo celular y
el efecto farmacológico correspondiente.
La interacción agonista-receptor puede también
causar la activación de otros segundos mensajeros, actualmente bien definidos,
como el inositol-1,4,5-trifosfato(IP3) y el diacilglicerol (DAG). Por ej. esto
ocurre con la activación del receptor adrenérgico alfa-1, es así
como la unión del agonista con el receptor alfa-1, con la intervención de la
proteína G reguladora, produce la activación de la enzima fosfolipasa C dando
origen a los segundos mensajeros mencionados. El IP3 es un segundo mensajero
movilizador de calcio intracelular, principalmente del retículo endoplasmático
lo que provoca en general un incremento del calcio citosólico y se estimularían
así funciones celulares de pendientes del calcio, la activación de calmodulinas
y otras enzimas.
El DAG también activa proteinkinasas las que
promueven fosforilaciones de otras proteínas específicas, como enzimas,
proteínas reguladoras ligadas a canales iónicos, etc. Como consecuencia de la
acción del primer mensajero y la intervención de la proteína G se desarrolla la
respuesta celular correspondiente, por ej. la contracción o relajación de un
músculo liso, estímulo o inhibición de secreciones celulares endocrinas o exocrinas,
movilización de hormonas y autacoides, etc. que como dijimos constituyen el
efecto farmacológico.
Los receptores intracelulares se ubican en el
citoplasma celular o en mitocondrias o incluso en el núcleo de la célula. La
presencia de receptores citosólicos se ha demostrado para las hormonas
esteroideas como los glucocorticoides, estrógenos, androgénos, etc. Con
respecto a los estrógenos por ej. Estos
receptores fueron demostrados en células del útero, vagina, glándulas mamarias,
hipotálamo, hipófisis, etc. Como todos los esteroides los estrógenos atraviesan
la membrana celular fácilmente debido a su elevada liposolubilidad y se ligan
al receptor formando un complejo receptor-esteroide
que origina un cambio conformacional que facilita la translocación del complejo
al compartimiento nuclear. En el núcleo
se liga a la cromatina nuclear a través
de un sitio aceptor en la misma uniéndose con gran afinidad. La presencia de
este complejo en el núcleo estimula la actividad de RNA-polimerasa, con la
consiguiente transcripción del DNA y formación de RNAm que pasan al citoplasma
donde su traducción origina la síntesis de proteínas estructurales, enzimáticas
o de secreción que caracterizan al tejido en cuestión y que dan origen al
efecto fisiofarmacológico.
El mecanismo de acción de las hormonas tiroideas T3
y T4 implica la existencia de receptores específicos para T3 en el núcleo y en
las mitocondrias.
Las moléculas libres de T3 interaccionan con dichos
receptores originando los efectos específicos
sobre el crecimiento, desarrollo y el metabolismo. Se estima que los
efectos metabólicos sobre el consumo de oxígeno ocurren debido a la interacción
de las hormonas tiroideas sobre los receptores de las mitocondrias. Los efectos
anabólicos se relacionan con los receptores
nucleares, la síntesis de RNAm y
formación de proteínas citoplasmáticas.
Receptores presinápticos:
Los receptores responsables de los efectos farmacológicos directos son generalmente postsinapticos, es decir que se ubican en la célula efectora ya sean de membrana o intracelulares. En farmacología sin embargo han adquirido gran importancia los llamados receptores presinápticos o auto-receptores. Estos receptores se ubican en la membrana axonal presináptica y su activación por autacoides, neurotransmisores o fármacos provoca una inhibición o una liberación del neurotransmisor almacenado en el axoplasma, determinando así una regulación, de la liberación del mencionado neurotransmisor.
Los receptores responsables de los efectos farmacológicos directos son generalmente postsinapticos, es decir que se ubican en la célula efectora ya sean de membrana o intracelulares. En farmacología sin embargo han adquirido gran importancia los llamados receptores presinápticos o auto-receptores. Estos receptores se ubican en la membrana axonal presináptica y su activación por autacoides, neurotransmisores o fármacos provoca una inhibición o una liberación del neurotransmisor almacenado en el axoplasma, determinando así una regulación, de la liberación del mencionado neurotransmisor.
Estos receptores presinápticos han adquirido en los
últimos años importancia en terapéutica farmacológica ya que muchas drogas
actuarían a través de la interacción con dichos receptores. (alfaclonidina,
beta bloqueantes, etc.).
Características de la interacción Fármaco -
Receptor.
Dos parámetros son fundamentales en la acción del
fármaco con el receptor:
1. AFINIDAD.
2. EFICACIA
o ACTIVIDAD INTRINSECA.
La capacidad de unión o fijación del fármaco al receptor
está determinada por la afinidad. En cambio la capacidad para producir la
acción fisio-farmacológica después de la fijación o unión del fármaco se
expresa como eficacia o actividad intrínseca.
Cuando como consecuencia de la unión del fármaco
con el receptor se generan algunos de los mecanismos descriptos y se crea un
estímulo se dice que el fármaco posee afinidad y eficacia o actividad
intrínseca.
Tanto la afinidad como la eficacia están
determinadas por las propiedades moleculares de la droga, pero en general las
características estructurales químicas que determinan la eficacia o actividad
intrínseca son diferentes de las que determinan la eficacia por el receptor. Es
por eso que un fármaco puede poseer afinidad pero carecer de actividad
específica.
La intensidad del efecto farmacológico se relaciona
con varios factores: Cuando el número de receptores ocupados por la droga es
mayor, la intensidad de la respuesta es también mayor. Esto parece ser verdad,
pero sin embargo, generalmente existe en la célula un número disponible de
receptores, mucho mayor para algunas drogas la ocupación del 1-5% de los receptores
disponibles ya determina una respuesta celular máxima. Otro factor que modifica
la intensidad del efecto puede ser la cinética de recambio de los receptores.
Como son de naturaleza proteica los receptores
están en permanente producción o síntesis, ubicación en los sitios celulares,
regulación y destrucción o biotransformación.
Fármaco agonista: es aquel que posee afinidad y
eficacia.
Antagonista: Fármaco dotado de afinidad pero no de
eficacia.
Agonista parcial: Posee afinidad y cierta eficacia.
Agonista-antagonista: dos fármacos tienen afinidad
y eficacia, pero uno de ellos tiene mayor afinidad, entonces ocupa el receptor,
tiene eficacia (es agonista) pero bloquea la acción del segundo fármaco (es
antagonista).
Agonista inverso: Tiene afinidad y eficacia, pero
el efecto que produce es inverso al del agonista.
Regulación de los Receptores
Los receptores regulan o desencadenan efectos
fisiofarmacológicos a través de la unión con ligandos o moléculas que poseen afinidad por el receptor y a raíz
de la propagación de señales que determinan el efecto, con participación
frecuente de segundos mensajeros intracelulares (eficacia o actividad
específica).
Los
receptores además de
regular o modular funciones, son a su vez objeto de mecanismos de
regulación o autorregulación de su actividad.
Progresos recientes, sobre todo en receptores de
membrana han demostrado que la unión de un agonista con un receptor que origina
una respuesta celular, puede,
si la activación es
frecuente y continua,
producir cambios en el
tipo de
unión química ligando-receptor, en el número de receptores
disponibles y en la afinidad del agonista con el receptor. Como consecuencia,
dichos cambios producen un estado de desensibilización conocido como “down
regulation” o regulación en descenso que modula
la res puesta celular ante la
sobreestimulación y sobreocupación de receptores. Es decir son mecanismos de
defensa celular que se desencadenan ante
la gran sobreestimulación y
sobreocupación de los receptores, y poseen actualmente importantes implicancias terapéuticas. En
otros casos ocurre lo contrario. Ante la utilización continua o frecuente de
fármacos antagonistas, o ante la carencia o ausencia de ligandos agonistas,
ocurre un fenómeno de supersensibilidad, llamado también “up regulation” o
“regulación en ascenso . En este caso
puede ocurrir un
aumento del número de receptores disponibles, un incremento de la
síntesis de receptores o aumento de la afinidad por los agonistas. También
constituye un mecanismo de defensa celular autorregulatoria, para mantener
funciones esenciales.
Por lo tanto,
la regulación de
los receptores debe ser
considerada en la actualidad, como un mecanismo importante a tener en cuenta en
la respuesta celular a
un agonista determinado. En terapéutica farmacológica
debemos considerar no solamente el efecto que se desencadenará como
consecuencia de la interacción fármaco-receptor, sino también la
autorregulación de los receptores ya que
la respuesta farmacológica también depende de este mecanismo.
Homoespecificidad y Heteroespecificidad en la regulación de Receptores
Regulación homoespecífica: En este tipo de
regulación un fármaco o ligando puede a través de la interacción con su
receptor, regular la función, las propiedades y/o el número del receptor
específico. Por ej. Un fármaco como el factor de crecimiento epidermal (EGF),
que ha sido bien estudiado, produce ante la activación persistente de los
receptores una regulación en descenso (Down regulation) de los receptores, y
como consecuencia una disminución o pérdida del efecto. En este caso la
presencia continuada del ligando
determina una disminución progresiva del número de receptores sensibles.
Se presume que lo mismo ocurre con numerosos fármacos utilizados en
terapéutica.
Regulación heteroespecífica: un agente como la
acetilcolina puede activar varios subtipos de receptores colinérgicos que son
intrínsecamente diferentes, como los receptores nicotínicos del músculo
estriado o los muscarínicos de la terminación neuroefectora del parasimpático.
Asimismo fue demostrado que la histamina en concentraciones apropiadas,
relativamente bajas (10-6M)
activa sus propios receptores: H1 y H2.
En cambio en
concentraciones altas(10-4M) la
histamina es también capaz de activar otros receptores como los colinérgicos
mencionados precedentemente.
Así, un mismo
fármaco (acetilcolina) puede
activar varios receptores
diferentes y un
receptor (colinérgico) puede ser activado por dos o más fármacos o
ligandos. La regulación heteroespecífica ocurre cuando la activación de un
sistema receptor determinado, produce la regulación o cambios en otro sistema
receptor. Esta regulación también se
denomina transregulación. Es un
fenómeno indirecto. Puede ocurrir a través de mecanismos localizados en una
misma membrana celular, o como consecuencia de mecanismos que se desarrollan a
niveles más o menos
remotos del sitio
inicial de la interacción droga-receptor. Por ej. la insulina,
provoca sobre los
receptores específicos del “Factor
de crecimiento insulínico
II” (Insulin Growth Factor
II o IGF-II), un marcado incremento de la afinidad
para el IGF-II, sin aumentar su número.
“In
vitro” se ha demostrado que el polipéptido vasoactivo
intestinal (VIP) incrementa la afinidad de los receptores muscarínicos a la
acetilcolina, en glándulas salivales de gato.
También el antidepresivo tricíclico IMIPRAMINA
incrementa la afinidad de los receptores de serotonina, en membranas sinápticas
del cerebro de ratas.
También se observó que el GABA modula la
afinidad de los
receptores de las benzodiacepinas.
Mecanismos de regulación de los receptores:
A nivel de los receptores sus funciones pueden autorregularse
o controlarse de las siguientes maneras:
1) En
el propio receptor:
A través de una
modificación estructural del mismo o por cambios en el tipo de unión o enlace
químico entre la droga y el receptor. Por ej.: el receptor beta pierde
progresivamente sus sensibilidad en un proceso de regulación ante la presencia
persistente de un agonista porque sufre una fosforilación por la acción de dos
kinasas: la proteinkinasa C y una kinasa modulada por el AMPc (proteinkinasa
A), de esta manera en el propio proceso de activación del receptor beta se
genera AMPc intracelular, el que a su vez induce dicha kinasa específica, que
fosforila al receptor y determina una pérdida de su sensibilidad.
Un mecanismo similar ocurre con la proteinkinasa C.
Este proceso de “down regulation” por pérdida progresiva de la afinidad de los
receptores por los
agonistas específicos está
bien demostrado en exposiciones
prolongadas con estimulantes beta adrenérgicos en las vías aéreas
respiratorias (down regulation de la acción broncodilatadora).
2) Internalización
de los receptores: Es un proceso dinámico característico
de los receptores de membrana. A través de la interacción de los agonistas
que ocurre naturalmente puede internalizarse, y de esa
manera incrementar la degradación metabólica intracelular del receptor. El
resultado final es una disminución del número de receptores. Este fenómeno
también se demostró con receptores beta adrenérgicos y también un mecanismo de
“down regulation”.
Radioligandos lipofílicos marcados como I131Pindolol o H3
Alprenolol, unidos a los receptores beta demuestran facilmente la
internalización de los mismos. En este caso la administración de
radioligandos hidrofílicos que no pueden atravesar la membrana celular
demuestran una clara disminución del número de receptores de superficie.
Los receptores internalizados pueden metabolizarse
por la acción de enzimas lisosomales o sufrir un proceso de reciclaje,
incorporando moléculas de aminoácidos si se habían perdido, luego se externalizan hacia la membrana celular
recobrando su actividad.
3) El proceso de down regulation puede también
desarrollarse por una modificación o alteración de los mecanismos “post-receptor”, que son activados como;
consecuencia de la interacción fármaco-receptor. Por ej. La actividad de
fosfodiesterasa o fosfatasa pueden incrementarse regulando la presencia del
segundo mensajero AMPc, generado luego
del proceso inicial de activación
del receptor beta y de la adenilciclasa.
4) La actividad de los receptores puede también
sufrir un incremento, es decir un fenómeno contrario al de la regulación en
descenso llamado UP REGULATION. Este proceso puede ocurrir por aumento de la
sensibilidad o afinidad del receptor o por el aumento del número de receptores.
Este fenómeno ocurre generalmente luego del uso prolongado de antagonistas
competitivos. Por ej. el uso crónico del propranolol en el tratamiento de la
hipertensión arterial puede
ocasionar una supersensibilidad de los receptores o un
aumento del número de los mismos, y ante
la supresión brusca del fármaco
ocurrir un efecto
hipertensor “rebote” adverso para el paciente.
Implicancias Terapéuticas de la Regulación de los
Receptores
La regulación de los receptores puede tener en el
futuro importantes aplicaciones terapéuticas. Un ejemplo
de lo manifestado es la reciente incorporación del
agente BUSERELIN , un análogo del factor
de liberación de gonadotrofinas (GRF) que se utiliza actualmente para el
tratamiento del carcinoma de próstata avanzado (inoperable). El 80% de los
carcinomas prostáticos, tienen dependencia hormonal, es decir que tendrán
una respuesta favorable ante la
privación o la supresión de la testosterona.
El GRH secretado por el hipotálamo estimula la
síntesis y liberación de las gonadotrofinas foliculoestimulante y luteinizante.
Estas hormonas en los testículos
estimulan la producción de testosterona. El
GRH se fija
a receptores de membrana en
células hipofisarias activando la síntesis y liberación de gonadotrofinas pero
es inmediatamente degradado y el efecto desaparece muy rápidamente.
En cambio el Buserelín que es un análogo del GRH se
fija a los receptores durante un tiempo prolongado ya que es resistente a la
degradación enzimática. El estímulo persistente que se origina sobre los
receptores, produce una intensa liberación inicial de gonatrofinas y el
desarrollo de “down regulation” de los receptores de un nivel tal que
determina la desaparición de los receptores de la membrana
de las células hipofisarias. La administración continuada del Buserelin
determina así la supresión de la secreción de gonadotrofinas y por lo tanto de
testosterona, efecto este útil en la terapéutica del carcinoma de próstata.
La
administración continua de Buserelín mantiene por “down regulation” la
situación creada, anulándose la secreción hormonal androgénica que es el efecto
deseado. Debe considerarse que durante los primeros 10 días de tratamiento con
buserelín, se producirá por el contrario un aumento de
la secreción de
gonadotrofinas y testosterona por estimulación de los receptores
hipofisarios y posteriormente una supresión de esas hormonas por el mecanismo
mencionado.
Otros mecanismos de Acción no mediados por
receptores
1) Efectos sobre enzimas:
Algunas drogas actúan modificando reacciones
celulares que son
desarrolladas enzimáticamente,
interaccionando sobre dichas enzimas. En tal sentido es muy común el desarrollo
de Inhibición enzimática como
mecanismo de acción de muchas drogas.
Las siguientes enzimas son importantes en lo que
respecta a mecanismos de acción por estas drogas:
Acetilcolinesterasa: Es inhibida en forma
reversible por la
neostigmina, fisostigmina y otros
agentes, desencadenándose efectos parasimpaticomiméticos que son útiles
en determinadas situaciones patológicas (íleo paralítico o atonía intestinal
postoperatoria, por ej.). Esta enzima
puede ser inhibida
también en forma irreversible
por los compuestos
organofosforados siendo este el mecanismo de la intoxicación por
organofosforados.
Aldehído deshidrogenasa: Es una
enzima inhibida por el Disulfiram, un
disuasivo alcohólico. (Esta enzima también es inihibida por la Cefoperasona y
el Metronidazol). Al inhibir la
enzima que cataliza la reacción que transforma el acetaldehído en ácido acético y agua, se acumula entonces
acetaldehído provocando síntomas y signos muy molestos. El
acetaldheido se forma
por acción de
otra deshidrogenasa sobre el alcohol o etanol.
Transpeptidasa
bacteriana: Resulta inhibida por
las penicilinas y
las cefalosporinas. La transpeptidasa es
indispensable para la
síntesis de la pared bacteriana (en la etapa final de la síntesis). Al
interferirse la síntesis de la pared bacteriana, como el medio intracelular
bacteriano es muy hipertónico ingresa líquido a la célula bacteriana, se
producen protoplastos y finalmente destrucción bacteriana. Así la penicilina es
finalmente bactericida.
Cicloxigenasa
o prostaglandinsintetasa :
Esta enzima es inhibida por las drogas analgésica,
antipiréticas o antiinflamatorias no esteroideas como
la aspirina, indometacina, etc. inhibiéndose la
síntesis de prostaglandinas, autacoides reponsables de la
inflamación dolor y fiebre.
Fosfolipasa A2: Esta enzima es inhibida por los Glucocorticoides y de
esta manera se evita la producción de
prostaglandinas y leucotrienos, que son los responsables de la inflamación, bronco
constricción, etc.
Monoaminoxidas(MAO): Importantísima enzima que interviene en la metabolización
de las catecolaminas, produciendo metabolitos
de aminados. Es inhibida por las IMAO, psicofármacos antidepresivos o
por los neurolépticos; tranquilizantes mayores.
DOPA-decarboxilasa: Enzima necesaria para la
transformación de dopa a dopamina. La dopa-decarboxilasa es inhibida por la
Carbidopa y la Benzerazida, útiles en la enfermedad de Parkinson.
Tirosina-hidroxilasa : Enzima necesaria para
la transformación de
la tirosina (hidroxifenilalanina) en DOPA
(dihidroxifenilalanina) y así continúa
la síntesis de
catecolaminas. Es inhibida esta enzima por la alfa-metiltirosina provocando efectos simpaticolíticos.
Dihidrofolico-reductasa: es
inhibida por trimetoprima, que así tiene una acción
secuencial potenciando la acción de las sulfonamidas sobre la síntesis del
ácido fólico necesario para bacterias sensibles.
ATPasa Na+ K+ cardíaca :
Esta enzima es inhibida
por los digitálicos
o agentes cardiotónicos, siendo
este uno de los efectos
responsables de la acción inotropica positiva que presentan los
digitálicos.
ATPasa de H+ : La bomba de hidrogeniones de la
mucosa gástrica es inhibida por el omeprazol,
de este modo
este agente actúa como
antisecretor gástrico, siendo de utilidad para el tratamiento de la úlcera
gástrica.
2) Acción de Drogas dependientes de sus
Propiedades Físico-Químicas no
específicas:
a) Drogas
que actúan por
sus propiedades osmóticas: Manitol: Diurético
osmótico, expansor plasmático.
b) Radioisótopos y material radiopaco.
c) Agentes quelantes: Son agentes que desarrollan
fuertes uniones con algunos cationes metálicos. Por ej: BAL o dimercaprol se
une al mercurio o al plomo produciendo quelación y de esta manera se eliminan
estos agentes en caso de intoxicación con los mismos.
3) Efectos
de tipo Indirecto: Tiramina, Efedrina, Amfetamina: Producen desplazamiento del
pool móvil de
catecolaminas, desde el axoplasma
al espacio intersináptico. Guanetidina, Reserpina: Producen depleción de
catecolaminas.
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03. Farmacodinámica
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Sumome
Capitulos
- 01. Principios Generales
- 02. Farmacocinética
- 03. Farmacodinámica
- 04. Principios de Terapéutica
- 05. Neurotransmisión
- 06. Agonistas Muscarínicos
- 07. Antagonistas Muscarínicos
- 08. Anticolinesterasas
- 09. Agentes que actúan en la Unión Neuromuscular
- 10. Agentes que actúan en los Ganglios Autonómicos
- 11. Catecolaminas
- 12. Simpaticomimeticos
- 13. Antagonistas de Receptores Adrenérgicos
- 14. Agonistas de la Serotonina
- 15. Antagonistas de la Serotonina
- 16. Neurotransmisión y Sistema Nervioso Central
- 17. Anestésicos Generales
- 18. Anestésicos Locales
- 19. Gases Terapéuticos
- 20. Hipnóticos y Sedantes
- 21. Psicosis y Ansiedad
- 22. Depresión y Manía
- 23. Epilepsia
- 24. Migraña
- 25. Tratamiento Transtornos Degenrativos del SNC
- 26. Analgésicos Opioides y sus Antagonistas
- 27. Autacoides
- 28. Histamina y sus Antagonistas
- 29. Bradicinina y sus Antagonistas
- 30. Eicosanoides y Factor activador de Plaquetas
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